ESTAMBUL.- Al menos 138 personas murieron y otras 350 resultaron heridas en el terremoto de 7,2 grados de magnitud en la escala abierta de Richter que sacudió ayer el este de Turquía, según anunció el primer ministro del país, Recep Tayyip Erdogan.
En un mensaje desde la ciudad de Van, Erdogan indicó que se habían contabilizado 93 muertos y 350 heridos en esta localidad y otros 45 en Ercis, aunque aseguró que aún hay muchas personas bajo los escombros y que hay mucha preocupación por varios pueblos de la región que han quedado totalmente destruidos.
Sólo en Ercis, al menos 55 edificios han quedado totalmente destruidos, muchos de ellos bloques de apartamentos.
Erdogan pidió a los ciudadanos que "no entren en los edificios que han sufrido daños", debido al peligro de que sigan produciéndose réplicas, como la de 5,7 grados que se registró a las 20.45 GMT, diez horas después del temblor principal.
Erdogan aseguró que las tareas de rescate continuarán toda la noche. El primer ministro indicó que se van a instalar casas portátiles y tiendas de campaña para acoger a quienes han perdido su hogar para protegerlos de las bajas temperaturas. "No dejaremos a nuestros ciudadanos solos en el frío invierno", prometió el primer ministro.
También agradeció el apoyo y la ayuda enviada desde distintos países, como Azerbaiyán, Bulgaria e Irán, y la de otros Estados que también se han comprometido a ayudar en las tareas de salvamento.
El terremoto tuvo su hipocentro a poca profundidad, unos cinco kilómetros, lo que hizo que sus efectos en la superficie equivalieran al de uno de 8 ó 9 grados de magnitud, como indicaron los expertos del Centro Sismográfico Kandilli de la Universidad del
Se estima que unos 4,000 edificios pudieron haber colapsado.
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