jueves, 28 de abril de 2011

Tragedia: Tornados dejan por lo menos 280 muertos en EEUU


PLEASANT GROVE, Alabama, EE.UU. — Decenas de tornados generados por un poderoso meteoro arrasaron pueblos enteros en una ancha franja del sur de Estados Unidos y mataron por lo menos a 280 personas. Dos ciudades importantes de Alabama figuraron entre los lugares devastados por los peores tornados en casi 40 años.
Las autoridades dijeron el jueves que preveían un aumento del número de víctimas.
La agencia de emergencias de Alabama dijo que la cifra de muertes confirmadas aumentó a 194, a las que se sumaron 33 en Misisipí, 33 en Tenesí, 14 en Georgia, cinco en Virginia y una en Kentucky.
Al despuntar el jueves, los residentes de las zonas más afectadas se dedicaron a examinar sus viviendas destrozadas y las calles llenas de escombros. Algunos dijeron que un viento huracanado comenzó a soplar pocos segundos después de que sonaron las alarmas durante las tormentas del miércoles por la tarde y el anochecer.“Todo ocurrió tan rápido que no podía creerlo”, comentó Jerry Stewart, un bombero jubilado de 63 años mientras retiraba los escombros de la casa destrozada de su hijo en Pleasant Grove, un suburbio de Birmingham. “Dijeron que la tormenta llegó a Tuscaloosa y que llegaría aquí en 15 minutos. Y antes de darme cuenta, llegó”.
Su esposa y él, junto con su hija y dos nietos, sobrevivieron al refugiarse bajo el pórtico delantero de su casa. Unos amigos que viven a corta distancia en la misma calle y que hicieron lo mismo no tuvieron tanta suerte — Stewart dijo que sacó los cadáveres de ambos vecinos cuya casa fue arrancada de cuajo de sus cimientos.
El presidente Barack Obama dijo que visitará el viernes Alabama para examinar los daños, reunirse con el gobernador y las familias afectadas por la tormenta. Obama transmitió ya su pésame en una conversación telefónica que mantuvo con el gobernador Robert Bentley y aprobó su petición de ayuda federal de emergencia.
La oficina de pronósticos meteorológicos en Norman, Oklahoma, dijo que recibió 137 reportes de tornados de las distintas regiones el miércoles por la noche.
El meteorólogo Dave Imy dijo que la cifra de muertos era la más alta desde 1974, cuando murieron 315 personas.
En Alabama, donde un millón de personas carecían de corriente eléctrica, el gobernador Robert Bentley dijo que 2.000 efectivos de la Guardia Nacional ayudaban a buscar a los desaparecidos. Elogió al servicio meteorológico por alertar a la gente, pero dijo que no es mucho lo que se puede hacer frente a un tornado de una milla (1.600 metros) de ancho.
“Uno no puede prepararse frente a un F5″, la categoría más alta de la escala que mide la intensidad del viento, añadió.
“Cuando miré para atrás, vi árboles y objetos que volaban por todas partes”, comentó Mike Whitt, un médico residente del Centro regional Médico DCH, que huyó de la playa de estacionamiento del hospital cuando comenzaron los remolinos de viento y oyó el rugido del torbellino.
Una de las zonas más afectadas fue Tuscaloosa, con más de 83.000 habitantes y sede de la Universidad de Alabama. La policía y los servicios de emergencia fueron arrasados, dijo el alcalde Walter Maddox, 15 personas murieron y un centenar estaban hospitalizadas en un solo centro médico.
Un tornado gigantesco, captado por la cámara de un noticiero en una torre, atravesó la ciudad el miércoles por la tarde y la arrasó.
Al anochecer, la ciudad estaba a oscuras. Los caminos eran intransitables. Los comercios eran irreconocibles, las sirenas ululaban constantemente y las calles y aceras estaban cubiertas de escombros.
A su regreso de examinar desde un helicóptero el jueves los daños causados, el alcalde de Tuscaloosa, Walter Maddox dijo que el tornado causó una franja de “total destrucción” en la ciudad. Hubo por lo menos 36 personas muertas en la ciudad, y continúa la búsqueda de sobrevivientes.
“Tenemos barrios que básicamente han sido borrados del mapa”, agregó.
Ya que el centro municipal de emergencia fue destruido, las autoridades se trasladaron al estadio Bryant-Denny, de la Universidad de Alabama, para establecer su centro de control.
La franja de destrucción se extendió de Texas a Nueva York, donde decenas de caminos quedaron inundados.
Los gobernadores de Alabama, Misisipí y Georgia declararon la emergencia en partes de sus estados.
Obama dijo que habló con Bentley y aprobó su pedido de ayuda federal de emergencia con efectivos de búsqueda y rescate.
“Expresamos nuestro profundo pesar a los afectados por esta destrucción y destacamos los esfuerzos heroicos de los que han estado trabajando incansablemente para responder a este desastre”, dijo Obama en un comunicado.

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