miércoles, 15 de enero de 2014

Conferencia del Episcopado llama a fortalecer la familia

SANTO DOMINGO.-La Conferencia del Episcopado Dominicano exhortó hoy a su feligresía a centrar su mirada en las familias “bombardeadas por novedades diversas sin referencias éticas”.

En su tradicional carta con motivo del Día de la Altagracia que se celebra el próximo 21 de enero, los obispos dominicanos advierten que en la sociedad dominicana van penetrando estilos de vida que no siempre ayudan al crecimiento humano.

“Avanza la separación y el divorcio; crece el deseo de una vida fácil, sin compromiso, sin sacrificio, hedonista; a veces por egoísmo se limita el número de hijos, hasta verlos como un peligro que amenaza; la pobreza extrema que separa matrimonios y familias; la ausencia temporal o definitiva en el hogar del padre o la madre o de ambos”, expresan los obispos.

Indican que tal como ha señalado el papa Francisco “la familia atraviesa una crisis cultural profunda, como todas las comunidades y vínculos sociales. En el caso de la familia, la fragilidad de los vínculos se vuelve especialmente grave porque se trata de la célula básica de la sociedad (…). El matrimonio tiende a ser visto como una mera forma de gratificación afectiva que puede constituirse de cualquier manera y modificarse de acuerdo con la sensibilidad de cada uno”.

Pobreza y desempleo, fuentes de tensiones

La Conferencia del Episcopado señala además que la falta de fuentes de trabajo para los padres, madres e hijos jóvenes, agravada por el creciente costo de la vida, genera tensiones por la falta de comida, medicinas, vestido, vivienda digna, educación y descanso.

“A esto podemos añadir índices verdaderamente deprimentes de insalubridad, pobreza y aún miseria, ignorancia y analfabetismo, y tantas otras realidades no menos tristes”, como señaló el beato Juan Pablo II.

Contra el aborto

La promoción de grupos interesados en imponer por diversos medios, incluso mediante legislaciones, prácticas contrarias al ser de la familia y de la persona, y por tanto al plan creador, como el aborto, los anticonceptivos y las uniones del mismo sexo, no deja de ser una fuerte tentación para familias débiles en la fe, dice la carta de los obispos.

“La propaganda mediática a una vida fácil, cómoda y hedonista, cargada de cierto pan-sexualismo, que inhibe la voluntad de los jóvenes para grandes valores e ideales”, agrega.

Los purpurados también su preocupación por los embarazos en adolescentes, inmaduras para la misión materna, la violencia intrafamiliar, “los dolorosos feminicidios y suicidios”.

A su juicio, tanto sufrimiento producido por la violencia, homicidios, suicidios, delincuencia juvenil, atracos, engaños, celos, infidelidades, injusticia social, desenfreno sexual, corrupción, constatamos que una de las raíces fundamentales de estos males está en el deterioro de muchas familias.

Y sostienen que en la medida en que se fortalezcan más los valores humanos y cristianos en los hogares, el país gozará de más paz social.

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