SANTO DOMINGO.- Los dirigentes del PRD Guido Gómez Mazara y Emmanuel
Esquea Guerrero rechazaron la posición del ex presidente de esa
organización, Ramón Alburquerque, y otros de sus compañeros que llamaron
a "formar tienda aparte" y fundar otro partido.
Gómez Mazara envió una carta a Alburquerque, en la que le invita a
"echar el pleito" dentro de esa entidad y abandonar sus pretensiones de
irse del partido blanco.
“Lo políticamente correcto es ganar el pleito adentro, demandando
garantías elementales porque tomado el control de la institucionalidad
mediante el voto popular interno, ahí sí podríamos articular con
inteligencia todo un variopinto de fuerzas liberales en capacidad de
desplazar al PLD, sin importar el candidato presidencial que escojan
para las elecciones del 2016”, dice un párrafo de la misiva, de la cual
se hizo eco el periódico HOY.
Mazara considera que si la tesis de irse y construir una fuerza al
margen del PRD sigue tomando cuerpo, “le estaríamos facilitando el
trabajo a los que tienen en las siglas el instrumento de rentabilidad
ideal. Y al igual que en el 90, se consigue el objetivo de dividir toda
la franja opositora para que el oficialismo se quede en el poder, sin
contar con los votos necesarios”.
Esquea Guerrero
De su lado, Esquea Guerrero, quien preside la Comisión Consultiva del
PRD, también rechazó la posición de Alburquerque, ya que dejaría las
siglas de ese partido a Miguel Vargas.
De inmediato convocó para el martes 7 a los miembros de la referida
comisión, para determinar los próximos pasos con miras a llevar al
partido blanco a la legalidad mediante el respeto de sus estatutos.
Consideró imposible que el presidente del PRD pretenda efectuar una
convención con una Comisión Organizadora totalmente parcializada a su
favor “y con un padrón donde se excluye a la mayoría de los
perredeístas”.
Reveló que la división del PRD es un proyecto personal del ex mandatario Leonel
Fernández y del presidente Danilo Medina, concebido desde el primer
periodo de gobierno peledeísta.
Recordó que "su primer intento por destruir a la familia perredeísta
se fraguó en 1998, con el Peguerazo, cuando el gobierno encabezado por
Leonel Fernández compró a varios legisladores para imponer en la Cámara
de Diputados a Rafael Peguero Méndez en contra de Winston Arnaud".
"En ese momento, le dijimos a Fernández en el Palacio Nacional y en
presencia de varios compañeros: usted está pretendiendo dividir al PRD, y
va a tener problemas”, indicó.
Indicó que el intento por destruir al partido blanco siguió con el
acuerdo de las “Corbatas Azules” entre Miguel Vargas y Fernández en el
2009, que hoy le continúa brindándo apoyo a las minorías dentro de su
organización.
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