Al pronunciar el panegírico, su hijo, Orlando Jorge Mera expresó que “mi padre muere como mueren los servidores honestos y probos en países como el nuestro: espiritualmente rico y materialmente pobre ".
Jorge Mera expresó que Jorge Blanco murió en paz sin guardar ningún tipo de odio ni rencor contra nadie, a pesar del calvario que pasó junto a su familia “fruto de la infamia, la calumnia y la persecución a su máxima expresión”.
Dijo que el mejor ejemplo que recibió del ex presidente fue el de nunca perder la humildad ni apegarse al poder y dejar que el tiempo se lleve las pasiones y las calumnias que se pueden descargar sobre un ser humano.
Los restos de Jorge Blanco fueron recibidos a las 2.30 de la tarde en el camposanto por brigadas mixtas del Ejército Nacional, la Policía, la Fuerza Aérea Dominicana y la Marina de Guerra. Fue disparada una salva de 19 cañonazos y entonadas las notas del Himno Nacional a cargo de la banda del Ejército.
Luego el féretro fue trasladado al panteón y allí el presidente del PRD, Miguel Vargas Maldonado, pronunció un discurso donde destacó las cualidades de Jorge Blanco. Después Orlando Jorge Mera tuvo a su cargo el panegírico.
Al ser sepultados los restos, nueve cadetes del Ejército dispararon salvas en dos ocasiones cumpliendo con los honores correspondientes a un ex jefe de Estado.
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