SANTIAGO.- Dos horas y 25 minutos de suspenso terminaron con la
liberación de diez rehenes y la posterior entrega de uno de los cuatro
asaltantes de la sucursal de la Asociación Cibao de Ahorros y Préstamos,
ubicada en la avenida Antonio Guzmán del sector La Herradura.
Según la Policía, a las 11:45 de la mañana los individuos Manuel
Alejandro Paulino López y Ramón Roberto Jiménez Pichardo (alias Roberto Muela)
asaltaron la entidad bancaria junto a Manuel Alejandro Paulino de 28 años,
quien mantuvo por un largo tiempo como escudo a una de las cajeras.
El
parte policial indica que a su llegada despojaron a los vigilantes Luis María
Santiago Santana y Cecilio Heredia Jerez de una escopeta y un revólver, armas
utilizadas para encañonar a los presentes, logrando sustraer la suma de millón
795 mil 158 pesos con 80 centavos. De igual forma le sustrajeron las llaves del
vehículo a la señora Soledad Almonte, gerente de la referida entidad bancaria.
En
los enfrentamientos resultaron heridos el sargento mayor Santo Tomás Reyes
Abreu y el raso Richard Javier Paniagua, quienes fueron atacados a tiros por
los delincuentes, resultando ambos con heridas de perdigones en el ojo derecho
y en la espalda, respectivamente, además del vigilante, un cajero y dos
clientes.
Toma de rehenes
Tras
la fuga de sus compañeros, Manuel Alejandro Paulino retornó al banco estando
herido y mantuvo en cautiverio, con pistola y revólver en manos, a todos los
que se encontraban en el lugar.
Tras la llegada de su padre, fueron liberados
cuatro clientes, algunos con heridas en los brazos y la espalda.
Posteriormente
salió la gerente de la sucursal, Soledad Almonte, quien sufrió un desmayo en la
puerta de entrada lo que obligó le brindaran los primeros auxilios.
Después salieron Nancy Tavárez, empleada de servicio al cliente, la
conserje Uva Rosario, a quienes el susto solo les dio con irse en llanto.
Aquiles Cruz, un cliente de la sucursal que llegó de San José de Las Matas a pagar los impuestos de la placa, narró a elCaribe que al llegar al lugar le apuntaron y le dijeron se acostara, pero al quedar cerca de la puerta escapó.
A
Virginia Abreu, madre de Nancy, le llegó el mal recuerdo del asalto, pues
recientemente un pariente fue asesinado durante un robo. Veinte minutos después
de penetrar Félix Antonio Paulino, padre del captor, y una hermana de éste,
residente en la calle 7 de Cienfuegos, y llevarle una botella de ron,
penetraron el general Héctor García Cuevas, director del Comando Cibao Central
de la Policía, y la fiscal Luisa Liranzo, quienes lo convencieron de entregar
el revólver y la pistola que tenía, al garantizarle que se le respetarían sus
derechos.
La
fiscal Luisa Liranzo dijo que trabajan con las medidas de coerción contra el
asaltante. El general García Cuevas dijo que investigan para dar con el
paradero del resto del grupo.
Aseguran que estaba deprimido
Un
tío del Manuel Alejandro Paulino dijo que su sobrino es “un buen muchacho” pero
que en este momento atraviesa por una fuerte depresión.
Antero
Paulino dijo que Manuel Alejandro poseía una ferretería que debió cerrar porque
no estaba produciendo lo suficiente para continuar operando.
De ahí habría
trabajado como vendedor en una compañía de distribución de materiales de
construcción, donde quedó endeudado con una fuerte suma de dinero, lo que lo
llevó a una profunda depresión porque se sentía presionado.
Antero
Paulino narró que “Todo el mundo ha reaccionado sorprendido con esto que ha
hecho Manuel, porque todos lo conocemos desde que era un niño y sabemos que si
él hizo eso fue por el mal momento que el atraviesa en su vida”.
Sostuvo
que a la madre del joven le ocultan lo ocurrido por su estado delicado de
salud.
Roberto Reyes camarógrafo
Reportero de CDN sirvió de mediador
Reportero de CDN sirvió de mediador
El
asaltante pidió que el reportero gráfico Roberto Reyes, del programa de José
Gutiérrez, que se transmite por CDN canal 37, entrara a filmarlo como forma de
dejar evidencia de que seguía con vida y ante el temor a que le mataran.
Reyes reconoció que sintió primero temor al ver como el secuestrador mantenía a
punta de pistola al grupo pese a que ya lo conocía.
Dijo que nunca pensó que Paulino, a quien conocía en la barriada, estaba metido
en el bajo mundo.
“Estos fueron momentos difíciles los que viví y de bastante temor a que pudiera
ocurrir algo”, indicó Reyes.
En esa zona son varios los asaltos ocurridos y, en menos de tres meses,
la sucursal de Vimenca, establecida a solo 20 metros de la Asociacón
Cibao, ha sido asaltada en dos ocasiones, cargando con gran cantidad de dinero.
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