El huracán Irene, debilitado pero todavía amenazador, ha dejado al menos ocho muertos según cifras oficiales. Derribó postes de electricidad y destruyó muelles en Carolina del Norte, azotó con sus vientos distintas regiones de Virginia y recorrió el sábado parte de la costa nororiental estadounidense, más acostumbrada a las nevadas que a las tempestades tropicales, reportó The Associated Press.
"Se prevé que Irene se mantenga como huracán a medida que se acerca a Nueva Inglaterra. Se espera que se debilite tras tocar de nuevo tierra y se convierta en una ciclón post-tropical en la noche del domingo o a primera hora del lunes", dijo el Centro Nacional de Huracanes en su reporte más reciente.
La cifra de muertos se elevó a ocho, a decir de las autoridades, por el anuncio de dos nuevas víctimas que perdieron la vida en accidentes de tráfico originados por las extremas condiciones del clima que ha causado el fenómeno.
En tanto, más de diez mil vuelos han sido cancelados entre sábado y domingo en la región noreste; todos los aeropuertos de Nueva York han cancelado las operaciones a espera de la llegada del huracán, prevista para la madrugada.
Las calles de la ciudad de Nueva York quedaron vacías, el tren subterráneo suspendió el servicio y en toda la metrópoli imperaba una tensa calma.
Ante la parálisis de actividades en buena parte de su transporte, los residentes de la zona pasaron el día observando nerviosos el paso de la tormenta por televisión, en una parte del país habitada por 65 millones de personas. El huracán tenía una gran envergadura, con 805 kilómetros (500 millas) de diámetro, y abarcaba desde las Carolinas hasta Cabo Cod, generando vientos de 185 km/h (115 mp/h) más cerca del vórtice.
Casi un millón a oscuras
Por lo menos 900 mil viviendas y comercios se quedaron sin suministro eléctrico. Aunque era muy pronto para evaluar la amenaza real para la población, se atribuyeron a Irene cinco muertes.
Entre los muertos había dos niños, uno de 11 años, residente en Virginia, cuya casa fue aplastada por un árbol, y otro de Carolina del Norte, quien pereció en un accidente automovilístico en una intersección donde el apagón había desactivado los semáforos.
Además, un hombre de Carolina del Norte murió al caerle la rama de un árbol, un pasajero pereció cuando un árbol se fue encima de un automóvil en Virginia, y un surfista se ahogó en Florida por las altas olas.
Evacuaciones masivas
Por lo menos 2.3 millones de habitantes recibieron la orden de trasladarse a lugares más seguros, aunque se desconocía cuántos habían acatado la orden o si podían hacerlo.
El secretario de la Defensa, Leon Panetta, dijo que 6,500 efectivos de todas las ramas de las fuerzas armadas debían prepararse para asumir las tareas de ayuda.
El presidente Barack Obama visitó el centro de mando de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias en Washington, para ofrece su apoyo.
"Van a ser 72 horas muy largas", advirtió "Y evidentemente, muchas familias van a ser afectadas".
Nueva York paralizada
Nueva York se encontraba prácticamente paralizada la tarde del sábado y con unos 370 mil evacuados en forma preventiva a la espera de la llegada del huracán Irene, cuyas primeras señales comenzaron a hacerse sentir con fuertes aguaceros.
Los transportes públicos quedaron suspendidos al mediodía, entre ellos las vitales líneas de metro que utilizan millones de personas a diario, y los aeropuertos de Nueva York quedarían completamente cerrados a partir del sábado a las 22:00 (02:00 GMT).
"No es una broma, su vida podría estar en peligro", dijo el alcalde Michael Bloomberg en un nuevo mensaje a la población, recalcando a los residentes de las zonas susceptibles de inundarse que debían respetar la orden de evacuación.
"No esperen. Después será demasiado tarde. Es necesario partir de inmediato. Es una cuestión de vida o muerte", agregó.
Bloomberg explicó que la alcaldía ordenó la evacuación de "370.000 personas". Unos "7.000 pacientes de hospitales y asilos" ya fueron evacuados", precisó.
Zonas de riesgo
Las zonas afectadas por la evacuación obligatoria son el sur de Manhattan, partes de Queens, Brooklyn y Staten Island.
Bloomberg advirtió sobre los posibles cortes de corriente eléctrica en la parte sur de Manhattan tras el paso de Irene el domingo, así como la eventual concentración de "mucha agua en las calles".
La ciudad debería ser escenario de vientos de entre 90 y 120 kmh a partir del sábado por la noche.
Respetando las órdenes de evacuación, muchos habitantes de las zonzas de riesgo buscaron techo en casa de un amigo o familiar o en los 91 refugios abiertos el viernes en distintas partes de la ciudad, adodne también acudían turistas.
En pleno centro de Manhattan, en la esquina de la Tercera avenida y la calle 25, más de cien personas ya se habían instalado en uno de esos refugios, situado en la Universidad Hunter.
"Vine de Forida para pasar una semana de vacaciones, dormí aquí esta noche", contaba Dino, explicando que no le dieron de comer y tuvo que salir a comprarse un café.
Más suerte tuvo Jessica Serbin, una joven vendedora que vive enfrente de Wall Street y encontró cama en casa de su hermano.
"No fue muy complicado, mi hermano vive en Upper West Side (noroeste de Manhattan). Si realmente golpea de forma tan mala como dicen, probablemente es buena idea evacuar. Nunca vi algo como esto", afirmó esta joven, valija en mano, temprano a la mañana.
Muchos se quedaron
Otros, en cambio, se resistían a acatar la orden, como en el caso de Kyle, que leía el diario plácidamente sentado en un banco junto con su novia en Battery Park, en la costanera que da a la Bahía de Nueva York.
"No nos vamos a evacuar. Pienso que es una gran broma. Es todo una cuestión política, especialmente después de Katrina. Necesitan sobreactuar", dijo a la AFP este hombre de 32 años que trabaja en el sector financiero y vive en el piso 26 de un edificio vecino.
En la vecina Nueva Jersey, más de un millón de personas fueron evacuadas de las costas, informó el gobernador Chris Christie.
"Más de un millón de personas" obedecieron la orden de evacuación y se desplazaron al interior del estado, incluyendo al 98% de la población del Cabo May, una aislada localidad que se encuentra en la ruta del huracán, dijo Christie en una conferencia de prensa transmitida por televisión.
Sin teléfonos
Unas 12 mil líneas telefónicas se quedaron sin servicio en los estados de Carolina del Norte y Virginia, en la costa Este de Estados Unidos, a causa del huracán Irene, informó este sábado la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC).
Ningún centro de recepción de llamadas de emergencia ha sido afectado, como tampoco los sistemas de difusión de radio y televisión, declaró James Barnett, funcionario de la FCC, en una teleconferencia.
Sin embargo, unos 130 repetidores para telefonía celular están fuera de servicio, principalmente en Carolina del Sur, y unos 5.000 hogares se quedaron sin señal de cable.
El organismo encargado de las telecomunicaciones en Estados Unidos desplegó cuatro equipos en la costa Este para controlar los daños provocados en los sistemas de comunicación por el ciclón, pero "no hay ningún modo de impedir que los sistemas resulten afectados durante tormentas de esta intensidad", aseguró Barnett.
Aviones en tierra
Varias compañías aéreas de todo el mundo anularon o retrasaron el sábado sus vuelos a la costa este de Estados Unidos ante la inminente llegada del huracán Irene, al tiempo que las autoridades estadounidenses decidieron cerrar los aeropuertos de Nueva York.
La medida afecta a los aeropuertos JFK, LaGuardia y Newark, dijo a la AFP un portavoz de las autoridades aeroportuarias de Nueva York y Nueva Jersey, pero también se vieron afectadas las terminales aéreas de Miami y Florida (sureste).
El aeropuerto de nueva York J.F. Kennedy canceló todas sus llegadas y partidas ante la llegada inminente del huracán Irene, mientras que los vuelos de los aeropuertos The region's Newark y La Guardia se vieron afectados.
Además, los trenes que viajan en el este de Estados Unidos, así como los transportes públicos de la región de Nueva York fueron interrumpidos.
También en Europa
La compañía aérea alemana Lufthansa anunció la cancelación de todos sus vuelos con destino o procedentes de Nueva York para el sábado y el domingo, así como la anulación de todas las conexiones con Boston y Filadelfia para el domingo, según sitio web de la empresa.
Air France también canceló todos sus vuelos hacia y procedentes de Nueva York para el fin de semana, mientras que el resto de conexiones con otras ciudades de la costa este pueden sufrir retrasos.
Además, la compañía francesa informó que no aceptará "a los niños de entre cinco y 14 años" que viajen solos en los vuelos afectados por estas medidas.
La británica British Airways explicó en su portal que "empezó a anular vuelos de y hacia ciudades estadounidenses" y recomendó a sus pasajeros consultar el estado de sus vuelos antes de viajar.
La compañía Iberia canceló todos los vuelos previstos el sábado y el domingo hacia Nueva York.
En tanto, más de diez mil vuelos han sido cancelados entre sábado y domingo en la región noreste; todos los aeropuertos de Nueva York han cancelado las operaciones a espera de la llegada del huracán, prevista para la madrugada.
Las calles de la ciudad de Nueva York quedaron vacías, el tren subterráneo suspendió el servicio y en toda la metrópoli imperaba una tensa calma.
Ante la parálisis de actividades en buena parte de su transporte, los residentes de la zona pasaron el día observando nerviosos el paso de la tormenta por televisión, en una parte del país habitada por 65 millones de personas. El huracán tenía una gran envergadura, con 805 kilómetros (500 millas) de diámetro, y abarcaba desde las Carolinas hasta Cabo Cod, generando vientos de 185 km/h (115 mp/h) más cerca del vórtice.
Casi un millón a oscuras
Por lo menos 900 mil viviendas y comercios se quedaron sin suministro eléctrico. Aunque era muy pronto para evaluar la amenaza real para la población, se atribuyeron a Irene cinco muertes.
Entre los muertos había dos niños, uno de 11 años, residente en Virginia, cuya casa fue aplastada por un árbol, y otro de Carolina del Norte, quien pereció en un accidente automovilístico en una intersección donde el apagón había desactivado los semáforos.
Además, un hombre de Carolina del Norte murió al caerle la rama de un árbol, un pasajero pereció cuando un árbol se fue encima de un automóvil en Virginia, y un surfista se ahogó en Florida por las altas olas.
Evacuaciones masivas
Por lo menos 2.3 millones de habitantes recibieron la orden de trasladarse a lugares más seguros, aunque se desconocía cuántos habían acatado la orden o si podían hacerlo.
El secretario de la Defensa, Leon Panetta, dijo que 6,500 efectivos de todas las ramas de las fuerzas armadas debían prepararse para asumir las tareas de ayuda.
El presidente Barack Obama visitó el centro de mando de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias en Washington, para ofrece su apoyo.
"Van a ser 72 horas muy largas", advirtió "Y evidentemente, muchas familias van a ser afectadas".
Nueva York paralizada
Nueva York se encontraba prácticamente paralizada la tarde del sábado y con unos 370 mil evacuados en forma preventiva a la espera de la llegada del huracán Irene, cuyas primeras señales comenzaron a hacerse sentir con fuertes aguaceros.
Los transportes públicos quedaron suspendidos al mediodía, entre ellos las vitales líneas de metro que utilizan millones de personas a diario, y los aeropuertos de Nueva York quedarían completamente cerrados a partir del sábado a las 22:00 (02:00 GMT).
"No es una broma, su vida podría estar en peligro", dijo el alcalde Michael Bloomberg en un nuevo mensaje a la población, recalcando a los residentes de las zonas susceptibles de inundarse que debían respetar la orden de evacuación.
"No esperen. Después será demasiado tarde. Es necesario partir de inmediato. Es una cuestión de vida o muerte", agregó.
Bloomberg explicó que la alcaldía ordenó la evacuación de "370.000 personas". Unos "7.000 pacientes de hospitales y asilos" ya fueron evacuados", precisó.
Zonas de riesgo
Las zonas afectadas por la evacuación obligatoria son el sur de Manhattan, partes de Queens, Brooklyn y Staten Island.
Bloomberg advirtió sobre los posibles cortes de corriente eléctrica en la parte sur de Manhattan tras el paso de Irene el domingo, así como la eventual concentración de "mucha agua en las calles".
La ciudad debería ser escenario de vientos de entre 90 y 120 kmh a partir del sábado por la noche.
Respetando las órdenes de evacuación, muchos habitantes de las zonzas de riesgo buscaron techo en casa de un amigo o familiar o en los 91 refugios abiertos el viernes en distintas partes de la ciudad, adodne también acudían turistas.
En pleno centro de Manhattan, en la esquina de la Tercera avenida y la calle 25, más de cien personas ya se habían instalado en uno de esos refugios, situado en la Universidad Hunter.
"Vine de Forida para pasar una semana de vacaciones, dormí aquí esta noche", contaba Dino, explicando que no le dieron de comer y tuvo que salir a comprarse un café.
Más suerte tuvo Jessica Serbin, una joven vendedora que vive enfrente de Wall Street y encontró cama en casa de su hermano.
"No fue muy complicado, mi hermano vive en Upper West Side (noroeste de Manhattan). Si realmente golpea de forma tan mala como dicen, probablemente es buena idea evacuar. Nunca vi algo como esto", afirmó esta joven, valija en mano, temprano a la mañana.
Muchos se quedaron
Otros, en cambio, se resistían a acatar la orden, como en el caso de Kyle, que leía el diario plácidamente sentado en un banco junto con su novia en Battery Park, en la costanera que da a la Bahía de Nueva York.
"No nos vamos a evacuar. Pienso que es una gran broma. Es todo una cuestión política, especialmente después de Katrina. Necesitan sobreactuar", dijo a la AFP este hombre de 32 años que trabaja en el sector financiero y vive en el piso 26 de un edificio vecino.
En la vecina Nueva Jersey, más de un millón de personas fueron evacuadas de las costas, informó el gobernador Chris Christie.
"Más de un millón de personas" obedecieron la orden de evacuación y se desplazaron al interior del estado, incluyendo al 98% de la población del Cabo May, una aislada localidad que se encuentra en la ruta del huracán, dijo Christie en una conferencia de prensa transmitida por televisión.
Sin teléfonos
Unas 12 mil líneas telefónicas se quedaron sin servicio en los estados de Carolina del Norte y Virginia, en la costa Este de Estados Unidos, a causa del huracán Irene, informó este sábado la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC).
Ningún centro de recepción de llamadas de emergencia ha sido afectado, como tampoco los sistemas de difusión de radio y televisión, declaró James Barnett, funcionario de la FCC, en una teleconferencia.
Sin embargo, unos 130 repetidores para telefonía celular están fuera de servicio, principalmente en Carolina del Sur, y unos 5.000 hogares se quedaron sin señal de cable.
El organismo encargado de las telecomunicaciones en Estados Unidos desplegó cuatro equipos en la costa Este para controlar los daños provocados en los sistemas de comunicación por el ciclón, pero "no hay ningún modo de impedir que los sistemas resulten afectados durante tormentas de esta intensidad", aseguró Barnett.
Aviones en tierra
Varias compañías aéreas de todo el mundo anularon o retrasaron el sábado sus vuelos a la costa este de Estados Unidos ante la inminente llegada del huracán Irene, al tiempo que las autoridades estadounidenses decidieron cerrar los aeropuertos de Nueva York.
La medida afecta a los aeropuertos JFK, LaGuardia y Newark, dijo a la AFP un portavoz de las autoridades aeroportuarias de Nueva York y Nueva Jersey, pero también se vieron afectadas las terminales aéreas de Miami y Florida (sureste).
El aeropuerto de nueva York J.F. Kennedy canceló todas sus llegadas y partidas ante la llegada inminente del huracán Irene, mientras que los vuelos de los aeropuertos The region's Newark y La Guardia se vieron afectados.
Además, los trenes que viajan en el este de Estados Unidos, así como los transportes públicos de la región de Nueva York fueron interrumpidos.
También en Europa
La compañía aérea alemana Lufthansa anunció la cancelación de todos sus vuelos con destino o procedentes de Nueva York para el sábado y el domingo, así como la anulación de todas las conexiones con Boston y Filadelfia para el domingo, según sitio web de la empresa.
Air France también canceló todos sus vuelos hacia y procedentes de Nueva York para el fin de semana, mientras que el resto de conexiones con otras ciudades de la costa este pueden sufrir retrasos.
Además, la compañía francesa informó que no aceptará "a los niños de entre cinco y 14 años" que viajen solos en los vuelos afectados por estas medidas.
La británica British Airways explicó en su portal que "empezó a anular vuelos de y hacia ciudades estadounidenses" y recomendó a sus pasajeros consultar el estado de sus vuelos antes de viajar.
La compañía Iberia canceló todos los vuelos previstos el sábado y el domingo hacia Nueva York.
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