SANTO DOMINGO.- El cardenal Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez abogó ayer por una unión de todos los sectores para mejorar la situación de violencia y degradación moral que, a su juicio, afecta a la República Dominicana.
En una homilía en una misa en la Catedral con motivo del Día de la Altagracia, resaltó que el país enfrenta múltiples dificultades, fundamentalmente la violencia, la desintegración de las familias, la irresponsabilidad social y el abandono de los más desposeídos.
Pidió a la Virgen que siga intercediendo en favor del pueblo dominicano.
El arzobispo de Santo Domingo dijo que al país nunca le ha faltado la protección de la Virgen de la Altagracia y que una demostración de ello es la fe y la veneración que durante todo el año le tienen los dominicanos, especialmente en las fiestas del 21 de enero.
Reiteró que los grandes males de la nación se deben principalmente a la pérdida de los valores morales en grandes segmentos de la población. “Hay una crisis económica a nivel mundial, pero no hay que olvidar que la mayor crisis que nos afecta es moral y humana”, expresó.
Las celebraciones de La Altagracia fueron realizadas durante todo el día en los templos católicos del país, pero especialmente en Higüey, Santiago y Santo Domingo. En la Zona Colonial cientos de personas desafiaron un fuerte aguacero y participaron en una procesión con la imagen de la Virgen, encabezada por el párroco de la Altagracia, Nelson Clark.
Precedida por miembros de la Marina de Guerra, el Ejército y la Policía Nacional, la procesión, salió de la Catedral, tomó la calle Padre Billini hasta la esquina Palo Hincado y finalizó en el Altar de la Patria, donde los militares rindieron honores a la Virgen.
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