jueves, 27 de enero de 2011

Leonel pide prohibir las operaciones financieras con alimentos


GINEBRA.- El presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, pidió aqui que el G20 prohíba las operaciones financieras con productos alimenticios, para alejar el espectro de una nueva crisis del hambre como la que golpeó al mundo en 2008.

"No puede haber lo que llaman 'transacciones abiertas' electrónicas" en las que "los alimentos pasan a ser considerados como activos financieros, porque esto repercute en forma muy negativa en el bienestar de los pueblos", dijo Fernández tras una presentación de sus posiciones ante la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (CNUCED).

El interés de los inversores consiste en "maximizar su rentabilidad, porque (eso) es legal y es legítimo dentro de lo que es un sistema de libre mercado", declaró el mandatario, que participará del Foro Económico Mundial (WEF) que este miércoles se inició en Davos (Alpes suizos).

Pero ese tratamiento de las commodities agrícolas "tiene efectos negativos para los pueblos" y "es ahí donde interviene el papel de las autoridades regulatorias", añadió, al indicar sus expectativas respecto al G20 de potencias industrializadas y emergentes, un foro que cobró protagonismo tras el estallido de la crisis económica mundial en 2008.

"Hay que crear un sistema balanceado donde se pueda acceder al mercado pero donde se proteja los intereses de los consumidores", insistió, y se declaró de acuerdo con las orientaciones presentadas por el presidente francés Nicolas Sarkozy, actualmente al frente del G20.

En su discurso ante la CNUCED en Ginebra, Fernández estimó que "la crisis financiera global sigue vigente" y alertó sobre la "suba de las materias primas", como el maíz y el trigo, con el resultado de generar "especulación financiera", "incertidumbre" y "estancamiento económico".

En 2008, los precios de los alimentos alcanzaron precios tan altos que en muchos países, como Haití y Filipinas, se registraron las llamadas "revueltas del pan".

Según cifras de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), 925 millones de personas padecieron hambre o malnutrición en 2010, aproximadamente un 10% menos respecto a 2009 gracias en gran parte a la mejora del crecimiento económico en varios países.

Pero la ONU advirtió este mes sobre el riesgo de una nueva escalada de precios de los alimentos con consecuencias "muy peligrosas" para unos 80 países, empezando por los del Sahel africano y Haití, pese a la reconstitución de las reservas de granos.

Fernández dijo que el panorama económico está marcado por un incremento de la demanda, lo cual provoca un aumento de los precios de las materias primas.

Esa situación, se debe a su entender, a la irrupción de clases medias con poder adqusitivo en países con mucha población, como China, India, Brasil y Sudáfrica.

Pero al mismo tiempo Fernández señaló que la oferta de esas materias primas ha disminuido a raíz de las catástrofes climáticas, como las sequias, incendios, terremotos e inundaciones, con el resultado de disparar la "volatitibilidad de precios de materias primas" y la "especulación financiera".

Esta última se manifiesta en las ventas y compras a futuro de materias primas para anticipar el alza o la baja de los precios e introduce un elemento pernicioso en el sistema productivo mundial, lo cual exige "ponerle límites".

"Estamos en un mundo de cambios continuos y tenemos que tener valores compartidos en todas partes para enfrentar la nueva realidad mundial, (en la) que los países del Sur no pueden ser excluidos de los proyectos de desarrollo", dijo Fernández a la AFP, anticipando el contenido de las propuestas que lleva a Davos.

"El mundo no puede dividirse entre las áreas que siguen creciendo y desarrollándose y aquellas que quedan excluidas, todos tenemos en el siglo XXI que ser parte del mismo proceso de desarrollo, de progreso y de bienestar", concluyó.

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