SANTO DOMINGO.- Diversos sectores se oponen a que el gobierno se siga endeudando para financiar el déficit presupuestario del 2011 con bonos soberanos, cuando lo correcto es que reduzca el gasto público y no nombre funcionarios innecesarios.
Así lo plantearon el presidente de la Organización Nacional de Empresas Comerciales (ONEC), Pedro Pérez González, el economista Guillermo Caram y el diputado Ito Bisonó.
Reaccionaron así a declaraciones del ministro de Economía, Temístocles Montás, quien dijo que el presupuesto del 2011 tendrá un déficit de US$800 millones, de los cuales buscarán US$500 millones vía bonos soberanos.
Mientras que el economista Henri Hebrard afirmó que para el presupuesto del 2011 no se había proyectado la colocación de bonos soberanos sino de bonos para el mercado local.
Pérez González consideró que en vez de usar US$500 millones de bonos soberanos para el gobierno financiar el presupuesto del próximo año, lo que tiene que hacer es reducir el gasto público. Manifestó que contraer más deudas sin que se informe a la sociedad la forma con que se pagarán esos recursos no es lo más correcto y refirió que más del 40% de los recursos que se recaudan en el país se destinan al pago del servicio de la deuda externa.
Entiende que hay que financiar el déficit del presupuesto, pero antes hay que racionar el gasto, como bajar la cantidad de funcionarios que no cumplen ninguna función, así como ser más eficiente antes de tomar recursos prestados. "Pero si esa es la única solución, no nos oponemos", apuntó.
Caram, a su vez, dijo que el gobierno comete un error consistente en dar vuelta en su propio marasmo, del cual no sabe como salir. Expuso que el déficit fiscal del país está en RD$60,000 millones para el año, que tiene que ser afrontado con una reducción y reorientación del gasto y no seguir la cadena desenfrenada de endeudamiento que hipoteca la economía dominicana.
Bisonó, por su parte, indicó que el gobierno, en lugar de hacer un plan de ahorro y de inversión para que se mueva la economía, está pensando en endeudar más al país. Planteó a las autoridades la necesidad de sentarse en la mesa del diálogo a fin de buscar una respuesta al problema a través de una adecuación fiscal y tributaria efectiva, vía un plan de austeridad, y sin más deudas.
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