“La mayor exclusión es el conocimiento”, explicó el ministro de Educación, Ángel Gabilondo. Para cumplir esta meta, la cumbre ya obtuvo 3.000 millones de dólares del sector privado.
La reunión giró alrededor del tema educacional pero no pudo sustraerse a las repercusiones del llamado Cablegate. Para algunos países, las filtraciones de documentos del Departamento de Estado estadounidense por parte de la web Wikileaks pusieron en evidencia una política que merece ser condenada. Otros prefirieron no pronunciarse en público.
El canciller argentino, Héctor Timmerman, negó sin embargo que el asunto Wikileaks haya provocado controversias entre los países iberoamericanos. “No hubo disensensiones ni puntos álgidos”, aseguró. Los participantes de la sesión plenaria se cuidaron de no abordar el tema tal vez más hablado en privado. Pero los representantes de Venezuela, Cuba y Bolivia no se ahorraron sus comentarios encendidos.
El canciller venezolano Nicolás Maduro dijo que las informaciones del Departamento de Estado constatan la persecución permanente en contra de la revolución bolivariana, en contra del pueblo venezolano”. Maduro invitó a la comunidad iberoamericana a promover “una renovación de las relaciones a partir del respeto de las diferencias”. El canciller cubano, Bruno Rodríguez, aseguró que Washington confunde “diplomacia con operaciones y la burda intromisión en los asuntos internos”.
El vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera habló de “diplomacia imperial de espionaje y conspiración” e instó a impedir “que esa manera de proceder eleven distancias entre nosotros, no puede ser, no nos pueden dividir”. Mientras hablaba, Gracía Linera miraba fijamente a Cristina Fernández de Kirchner. La presidenta argentina aparece en uno de los cables dispuesta a “contener” a Evo Morales ante los Estados Unidos.
Ausencia de Evo Morales
El mandatario boliviano invocó la necesidad de reposar su rodilla recién operada para ausentarse de la cumbre. Hugo Chávez, Raúl Castro, Daniel Ortega y José Luis Rodríguez Zapatero tampoco estuvieron presentes por diferentes razones.
La cumbre incluye en la Declaración de Mar del Plata una “cláusula democrática” contra los intentos de golpe de Estado. La misma establece que un país queda excluido del espacio iberoamericano si quiebra el sistema institucional. Según Fernández de Kirchner, la rebelión policial en Ecuador, el pasado septiembre, calificada por Correa de intento de golpe de Estado, "reafirman más que nunca la necesidad de que la cláusula democrática esté incorporada en cualquier acuerdo".
Además, destacó que es necesario que estén "todos dispuestos a llevarla adelante con mucha fortaleza y firmeza, cortando todo tipo de vinculación con aquellos países que intenten o logren destituir a la democracia". "Es imposible que gobiernos que no han sido votados con el pueblo puedan desarrollar procesos de inclusión social", concluyó la presidenta argentina, cuyo gobierno ha sido uno de los promotores de la cláusula.
Los jefes de Estado y de Gobierno reiteraron su petición a Estados Unidos para que levante el embargo comercial contra Cuba, vigente desde 1962, en sintonía con 19 peticiones similares aprobadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas. "Exhortamos a que el Gobierno de Estados Unidos de América a que ponga fin a su aplicación", indica el documento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario