El otro bloque lo conformarían el presidente de la JCE, Roberto Rosario y los jueces Rosario Graciano y José Ángel Aquino, quienes se han mantenido en bajo perfil y apoyaron la renuncia de García durante el último Pleno. El grupo no ha querido dar declaraciones públicas, pese a la insistencia de los periodistas.
Féliz Féliz, quien no suele dar entrevistas, ofreció ayer sus primeras declaraciones durante esta gestión que mañana cumplirá un año.
Consideró prioritario buscar una solución armoniosa que sea de común acuerdo con los partidos políticos, "para que todo el mundo se sienta conforme".
Aunque admite disparidad de criterios, cree que es algo natural en un órgano de cinco miembros.
Entiende que a los partidos políticos hay que darles una explicación convincente sobre lo que ha ocurrido, para que la sociedad este convencida de que se organizarán unos comicios confiables y transparentes.
Acusó a Rosario de dar declaraciones públicas, muchas veces, sobre temas que antes no ha tratado el Pleno, por lo que en la mayoría de los casos, los jueces se enteran por los medios de comunicación. Pese a que recordó que Rosario no puede desprenderse de sus funciones de Presidente de la JCE cuando habla públicamente, atribuyó esos errores a la prontitud con que los periodistas lo abordan y la poca regularidad con la que el Pleno se reúne. "Hay veces que da declaraciones y nosotros nos hemos enterado por la prensa y entonces nosotros muchas veces se lo hemos enrostrado y le hemos preguntado", dijo.
Destacó que "que nosotros (los jueces) no somos carretilla de mano, ni somos levanta manos, ni somos títeres, ni somos un sello gomígrafo, ni somos gente que hemos venido a estar de acuerdo con todo lo que haga el presidente. Sabemos cual es nuestro rol y a que venimos aquí", puntualizó.
Olivares, por su parte, acusó al presidente de la JCE de forzar la renuncia de García, empoderando, sin consultarlo con el Pleno, a Franklin Frías como el jefe del área de cómputos. Previamente otorgándole a éste más funciones, a fin de dividir los roles para que se encargara del cómputo electoral, y García del Registro Civil, lo que, debido a la integridad de éste último, era muy difícil que lo aceptara.
Cree que García fue víctima de un "plan perverso", que orquestó Frías para acorralarlo, apoyado por Rosario, para provocar su renuncia.
Llamó a los líderes de los partidos políticos a buscar una solución a la "profunda crisis" que podría afectar el cronograma regresivo de la JCE. Dijo que se ha querido confundir a la opinión pública de que se trata de simples celos profesionales.
En tanto que el delegado político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ante la JCE, César Pina Toribio, espera que se busque la solución que más convenga a la institución y al proceso electoral, y no cree que eso afecte su credibilidad.
Ayer, en una rueda de prensa del equipo del departamento de informática de la JCE, 29 empleados firmaron una carta defendiendo su compromiso con la transparencia y pidiendo que se les deje trabajar en paz. El documento leído fue publicado hoy en espacios pagados en la prensa.
El cómputo electoral abarca la organización de las elecciones, el padrón electoral, las Juntas Electorales, las oficinas en el exterior, la inscripción de candidaturas, el escáneo y transmisión de los resultados electorales.
Mientras que el Registro Civil abarca la entrega de los actos del Estado Civil, cédulas de identidad, defunciones, declaraciones tardías y cambio de domicilio y otros.
Protagonistas
César Féliz Féliz, juez titular de la JCE
Por sus duras críticas contra el presidente de ese organismo, Roberto Rosario.
Defendió la honorabilidad de García, a quien atribuyó implementar la modernización de la JCE.
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